‘Handsome guys’ no podía tener un título más acertado o ser más divertida de lo que es. No importa que sea un remake de la conocida película canadiense ‘Tucker & Dale vs. Evil‘, vas a adorarla igualmente ya que su comedia negra es hilarante y está repleta de momentos que te hacen reír incluso días después de haberla visto.

El dualismo entre lo serio y lo cómico es lo que hace de ‘Handsome Guys’ una película redonda, pues se rie de si misma, de los protagonistas e incluso de los espectadores, pero lo hace ofreciendo seriedad, creyéndoselo, lo cual le otorga un halo de importancia que te hace entrar en la historia más absurda de la humanidad hasta el final. No importa lo que quieran venderte, todo va a parecerte correcto y adecuado en su loca narrativa. Su director, Nam Dong-hyup, se ha encargado, además de añadir nuevas muertes y situaciones que buscan superar a la película original. ¿Lo consigue? Sin lugar a dudas.

Tendrás que esperar unos minutos para que la película coja ritmo y tono, pero una vez lo haga, una amalgama perfecta de clichés de películas de terror cogerá la batuta para ofrecerte un hilvanado de malentendidos y conversaciones absurdas, que, ligadas a una banda sonora ochentera de esas con las que las caderas se mueven solas, ofrecerá un conjunto excepcional para pasar un buen rato. Todo en esta vida es cuestión de encontrar el momento perfecto, y esta banda sonora consigue entrar justo cuando se la necesita.

El elefante en la habitación al hablar de esta película es el concepto de belleza. Nadie en los días que corren tendría la poca delicadeza de mencionar la apariencia «poco» agraciada de los protagonistas, pero es algo con lo que juega desde el principio y en torno a lo que la película se construye: prejuicios. Es de todos sabidos que los prejuicios y la falta de comunicación pueden ser fatales, y si alguna vez necesitas un ejemplo detrás de otro para demostrarlo, puedes darle al play y ver cómo se desata el caos si te dejas llevar por ellos.

Se supone que la belleza brilla por su ausencia en los protagonistas, y eso es algo que nos cuesta concebir, principalmente porque conocemos a los actores sobradamente y sabemos que son de todo menos mal parecidos en la realidad. Esto suma mucho a esa idea de que las apariencias engañan, sobre todo cuando la vanidad y esa idea de perfección irrisoria que nos gobierna, juzgan por nosotros.

Ver aparecer el reparto es como encontrarse caramelos en el camino, todo alegrías. Desde una pareja protagonista de diez, con Lee Sung-Min y Lee Hee-Jun que están superlativos en sus gestos, miradas y complicidad, pasando por la siempre acertada Gong Seung-Yeon, a quien le hemos cogido un cariño tremendo en la serie de Disney+, ‘The first responders‘, que hace de nexo entre todos los personajes que van apareciendo en escena.

Mención especial se merecen la pareja de policías que saben hacer de todo menos su trabajo de forma eficiente y seria. Si a eso le añadimos un grupo de amigos que hacen check en todos los personajes prototípicos, yendo desde el niñato rico con problemas de control de la ira hasta la chica guapísima que por estadística cinéfila no dura mucho en la acción, sabemos que todo lo que puede salir mal, sale. La pregunta es: ¿Serás capaz de imaginar las locuras que este guion tiene preparadas?

Deberás pensar en la línea de historias de ultratumba al calor de una barbacoa, con un aliño de exorcismos y entes paranormales. Añádele una, o dos, niñas del exorcista, empalamientos, tiroteos, fuego, electrocuciones, clavos, motosierras, ataúdes, demonios e incluso zombies. ¡Tiene de todo esta película, señoras, no se la pierdan!. Obviamente, no hay nadie cuerdo, ni siquiera las cabras se comportan de forma normal. Son tantas las referencias que es difícil seguir la cuenta, sobre todo porque estarás riéndote a carcajadas y pierdes el hilo sin darte cuenta.

Esta retahíla de situaciones están enmarcadas en un bosque idílico. A esta casa querrás mudarte, vaya localización bonita. Si no fuese por los demonios sería ideal. La fotografía y el dinamismo de los encuadres hace que disfrutes de los detalles, que están muy cuidados y denotan el cariño que el director Nam Dong-Hyub tiene por la obra originaria, así como sus ganas de crear un producto que sobrepasase al primario.

Por su parte, los efectos especiales no están nada mal, cumplen totalmente con su propósito porque te meten de lleno en la acción y a la vez te sacan la sonrisa. Hay un gran trabajo de pre-producción pues toda la acción está bien hilada y aun así deja margen al conjunto actoral para la improvisación, lo cual hace que la naturalidad sea una constante dentro de un conjunto absurdo. Por todo esto ‘Handsome Guys’ es una de las películas más divertidas del 2024, y si no que se lo digan al público del Festival de Sitges, que ya le ha otorgado en su 57 edición el premio del público en la categoría Panorama Fantàstic.

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Hemos visto bastantes adaptaciones de películas de cine occidental a oriental y viceversa. En la mayoría de las ocasiones hemos quedado decepcionados de los resultados. Por eso al comprobar que Handsome Guys era la adaptación coreana de Tucker and Dale vs Evil (Eli Craig, 2010) ya nos pusimos en guardia. No en vano la original canadiense se convirtió casi en un paradigma de como tenía que ser una comedia de terror. Por suerte para nosotros, y esperamos que para vosotros también, la versión coreana mantiene el nivel quedando, en nuestra opinión, a la par. Evidentemente hay diferencias, las culturas son diferentes, pero mantiene el espíritu de una obra difícil de superar.

Jae-pil y Sang-gu son dos tipos, autoproclamados guapos, que se mudan a la casa de sus sueños construida al estilo europeo. En el camino se encuentran con unos jóvenes que van a pasar unas pequeñas vacaciones, estableciéndose una poco amistosa relación entre ellos. Cuando estos últimos llegan cerca de la casa, se despierta un espíritu maligno que estaba escondido en el sótano.

Nam Dong-hyup hace su debut con este film, encargándose también del guion. Tiene la inteligencia de cambiar algo la parte final del mismo, orientándolo a algo más diabólico pero que encaja perfectamente con lo que esperamos de una cinta, que nos hará pasar un festín de terror muy agradable con la diversión como bandera.

A pesar de la apariencia de comedia juvenil de enredo, está repleta de terror con multitud de escenas repletas de gore, sangre y vísceras lo que la hace idónea para todo tipo de público, eso sí, a los que no les guste la casquería mejor que se abstengan de verla, a cambio se perderán una obra fresca, simpática y que te hará reír.

El guion toma algunos aspectos de la original, incluso algunas escenas son calcadas, pero si has visto esta última, no importa, a pesar de que nos mole hacer comparaciones. Yo intentaría verla asépticamente, sin intoxicaciones e intentando que los dos frikis protagonistas sean totalmente desconocidos. De hecho, físicamente, no guardan ninguna similitud con Tucker y Dale. Su comportamiento sí. Dos amigotes, casi hermanos, que intentan alejarse de todo para cumplir sus sueños.

Estamos de nuevo ante la disyuntiva de calificarla como terroríficamente cómica o cómicamente terrorífica. Como en Tucker and Dale vs Evil me quedaría con la primera acepción, aunque muy próximo a la segunda. Esa invariabilidad hace que alabemos que, a pesar de los cambios, la filosofía de la cinta permanezca por los mismos derroteros.

Quiero destacar, ¿cómo no?, los efectos especiales y el stunt. En estos aspectos creo que Handsome Guys supera algo a la original. No hay que olvidar que han pasado catorce años desde su rodaje, no obstante, mantiene el espíritu chusquero pero muy efectivo.

Lo dicho, si tenéis nostalgia de la cinta del 2010 o lo queréis pasar muy bien, sin mirar a quién, Handsome Guys colmará todos vuestros deseos. No os quiero influenciar, pero tratad de admirarla como lo que realmente es: una gran película para pasárselo pipa.

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Me he visto mucho cine surcoreano, desde hace dos décadas es el cine que más me interesa porque es el único que SIEMPRE me sorprende. No sé cómo es posible nunca adivinar lo que me voy a encontrar en una película o serie surcoreana tras tantos años y tantas películas, pero así es. Y esta vez no ha sido distinta.

Porque lo que me creía yo que iba a ser unos niñatos perseguidos por un par de psicópatas (que además eso parecía en los primeros minutos de la cinta) pues no, resulta que los niñatos psicópatas se imaginan todo frente a este par de tontainas buenazos (qué par de actuaciones por cierto) y así se va construyendo una gran comedia de equivocaciones, entre lo que creen ver los chicos con lo que realmente están haciendo los dos hombres en un sinfín de situaciones desternillantes.

Me he estado riendo como hacía mucho tiempo que no me reía. Me he dado cuenta de que, en realidad, no había visto ninguna comedia surcoreana. Si, bien como digo, su industria me parece que es la que hace más maravillas deconstruyendo géneros y transformándolos y, más difícil, mezclándolos, siempre he tenido reticencia a la comedia porque pensaba que su humor no coincidiría demasiado con el occidental. Tiene trampa la cosa porque vi al leer la ficha que estaba etiquetada como comedia de terror (si me apuras, mi género favorito). Y tiene terror, bastante bueno, y comedia, mejor aún.

POSDATA: tras verla, vuelvo a mirar la ficha y otra sorpresa, dicen que es un remake (no lo ponen en el guion ni en las etiquetas) de la canadiense "Tucker & Dale contra el mal". Y es sorprendente porque de aquella no me acuerde de nada (la reviso, le puse un 6) porque no me pareció la gran cosa que me vendían y de esta sí que me voy a acordar.