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Voto de East:
7
Voto de East:
7
7,4
10.579
Serie de TV. Drama. Comedia
10 episodios. Una madre soltera hace trabajos domésticos para llegar a fin de mes mientras lucha contra la indigencia y la burocracia.
9 de octubre de 2021
9 de octubre de 2021
27 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una serie extraña, con una mirada diferente sobre el problema de los malos tratos, centrada en la psicología de las víctimas, en sus traumas infantiles, en el largo y duro proceso personal de cambio que han de afrontar para superar la traumática situación de la que son víctimas.
Todos sus intérpretes, incluida la niña de 3 años, están a gran altura, con una omnipresente Margaret Qualley que desprende magnetismo (al igual que en su muy distinto papel en la última de Tarantino, "Erase una vez en Holliwood"), que le otorga credibilidad y carisma a un personaje con el que pocas cosas en común parece tener (en la vida real es la acomodada hija de la gran Andie MacDowell, su madre también en la serie). Su guión es rico, distinto, lleno de recovecos y de pequeños giros, con una dirección que consigue otorgarle a toda la historia una especie de desasosiego constante, incluso en los momentos más tranquilos o festivos, como si la protagonista anduviera por un invisible campo de minas que en cualquier momento puede pisar. Todo manteniendo también un tono hasta cierto punto ligero, con momentos cómicos, sin un exceso de melodrama.
Además la serie mezcla muy bien la faceta de los malos tratos con la no menos interesante del trabajo como asistenta de su protagonista, otorgándole también aquí una visión distinta a una actividad poco explotada cinematográficamente, centrándose en el contradictorio hecho de que una persona totalmente extraña, la asistenta, sea quizá la que mejor conoce la vida y milagros de los propietarios de las casas en las que trabajan..
También es muy emotiva, incluso lírica cuando resalta la pureza de la relación entre la protagonista y su hija de tres años y quizá sea eso lo que más le interesa a los autores del proyecto, la sin par y profunda relación madre e hija. Eso sí, los hombres con carácter general no quedan en muy buen lugar, los presentan más bien como un problema para los hijos. El único personaje masculino que puede considerarse positivo es relegado totalmente en un momento dado, desaparece sin más.
En definitiva, una serie distinta, muy interesante, aunque algo irregular, con unos capítulos claramente por encima de otros, con situaciones que parece que se alargan en exceso, como ocurre en algunas de las numerosas secuencias de la insólita y difícil relación que mantienen las protagonistas, la más que excéntrica madre y la responsable y sufrida hija, geniales a veces pero con una intensidad que en ocasiones llega a exasperar.
Todos sus intérpretes, incluida la niña de 3 años, están a gran altura, con una omnipresente Margaret Qualley que desprende magnetismo (al igual que en su muy distinto papel en la última de Tarantino, "Erase una vez en Holliwood"), que le otorga credibilidad y carisma a un personaje con el que pocas cosas en común parece tener (en la vida real es la acomodada hija de la gran Andie MacDowell, su madre también en la serie). Su guión es rico, distinto, lleno de recovecos y de pequeños giros, con una dirección que consigue otorgarle a toda la historia una especie de desasosiego constante, incluso en los momentos más tranquilos o festivos, como si la protagonista anduviera por un invisible campo de minas que en cualquier momento puede pisar. Todo manteniendo también un tono hasta cierto punto ligero, con momentos cómicos, sin un exceso de melodrama.
Además la serie mezcla muy bien la faceta de los malos tratos con la no menos interesante del trabajo como asistenta de su protagonista, otorgándole también aquí una visión distinta a una actividad poco explotada cinematográficamente, centrándose en el contradictorio hecho de que una persona totalmente extraña, la asistenta, sea quizá la que mejor conoce la vida y milagros de los propietarios de las casas en las que trabajan..
También es muy emotiva, incluso lírica cuando resalta la pureza de la relación entre la protagonista y su hija de tres años y quizá sea eso lo que más le interesa a los autores del proyecto, la sin par y profunda relación madre e hija. Eso sí, los hombres con carácter general no quedan en muy buen lugar, los presentan más bien como un problema para los hijos. El único personaje masculino que puede considerarse positivo es relegado totalmente en un momento dado, desaparece sin más.
En definitiva, una serie distinta, muy interesante, aunque algo irregular, con unos capítulos claramente por encima de otros, con situaciones que parece que se alargan en exceso, como ocurre en algunas de las numerosas secuencias de la insólita y difícil relación que mantienen las protagonistas, la más que excéntrica madre y la responsable y sufrida hija, geniales a veces pero con una intensidad que en ocasiones llega a exasperar.