Llegue a esta serie solo por Anna Castillo. Es que nada hace mal. Hoy, por lejos, la mejor actriz que conozco.

Sin haber leído el libro, la siento como una adaptación perfecta de un fanfiction de Wattpad, llena de clichés, pero bien escritos, no hace pesada, todo lo contrario es llevadera, corta, pero sobre todo muy bien encaminada. Se nota que se hizo con cariño y esmero, lo mínimo que uno podría esperar hoy en día.

Otra a cosa a destacar es su banda sonora. Un disfrute, como no he leído el libro, no sé si viene de ahí o es algo de la serie, pero de donde venga, fue una excelente idea. A quien sea se felicita.

Mi único pero, vienen de el audio… siento que a veces se noto mucho que estaban regrabado encima, lo cual me saco un par de veces de la historia. Pero más allá, de eso. Es una serie perfecta para maratonear y simplemente disfrutar.

Una serie que vive de sus actores, especialmente de Anna Castillo, que tiene una naturalidad y una gracia que la serie sabe aprovechar. Por lo demás es una serie que carece de conflictos, más allá de las neuras absurdas propias del universo Benavent, por lo que en realidad se trata de una larga recreación de los avatares de un enamoramiento, por otra parte inevitable, y de su progresión, también inevitable.

Sin sorpresas, sin conflictos, solo nos queda Anna Castillo (y merece la pena), también un poquito del tal Álvaro Mel, que no lo hace mal pobrecillo, y por supuesto, Grecia, que se ve espectacular.

Mira que el libro me encantó, por eso fui derechita a ver la producción de netlfix, pero Esque no hay por donde cogerla... Toda la magia que recoge el libro queda demasiado resumida en la serie, sin enganche, sin esos detalles que te hacían querer seguir leyendo...

Lo único que felicito es la elección de Alvaro Mel, porque encaja a la perfección con David, pero nisiquiera Anna me recuerda a Magda. Sus hermanas lo mismo.
No la recomiendo para nada, lo siento, recomiendo mucho más que leáis el libro y os quedéis con eso.

Lo peor es que el problema no es de los actores, ellos lo han hecho genial, es culpa el guión y la elección de la historia que quisieron contar.

La directora de videoclip y actriz madrileña Chloé Wallace dirige su primera serie, "Un cuento perfecto", una comedia romántica que adapta la novela de Elísabet Benavent.

Como toda comedia romántica, la dificultad para que no sea otra comedia del montón, es conseguir esa magia que emocione al espectador. Y a mí, personalmente, me ha emocionado.

Es cierto que tiene todos los clichés románticos, con sus personajes tópicos, e historia previsible. Pero está bien montada. Tiene un buen ritmo, y la trama está bien desarrollada. Los personajes son creíbles y a la vez adorables. Y para completar, tiene muy buenas localizaciones, y una selección de canciones para la banda sonora que es perfecta.

Además, se nota la química entre Anna Castillo y Álvaro Mel, quienes consiguen que su relación sea creíble y emotiva.

"Un cuento perfecto" es la miniserie perfecta si estás buscando una buena y clásica comedia romántica.

No me suelen llamar las películas de este género y menos aún las series de comedia romántica o simplemente de corte romántico. A la mínima de cambio se convierten en productos aburridos, cutres, ridículos, rociados por toneladas de azúcar con el único objetivo de satisfacer almas ávidas de saciar su incontenible deseo de amor.
Bueno, pues justamente UN CUENTO PERFECTO no es el caso. Sino todo lo contrario. Todo funciona y fluye en sus 5 episodios de principio a fin. Todo está perfectamente entrelazado: el perfecto tándem que hacen Anna y Álvaro, que demuestran ser un par de actorazos de los pies a la cabeza. Anna Castillo ya lo lleva demostrando mucho tiempo (esta chica es capaz de meterse en la piel que le pongan y bordarlo una y otra vez) y a Álvaro Mel le va el papel como anillo al dedo (pero sorprende dando mucho más de lo que en un principio esperamos). Está claro que la sobresaliente actuación de Álvaro es la gran sorpresa del año y deja claro que tiene una prometedora carrera por delante. Mis enhorabuenas al director de casting, la dirección de Chloe Wallace, el perfecto fluir de las canciones elegidas en los momentos claves y con un guion inteligente, suelto, natural, fresco... Es increíble que todo parezca funcionar a cada momento y que sea tan fácil dejarte llevar por los sentimientos que destilan los protagonistas: ya sean de amor intenso, encuentro o desencuentro... Es fácil hacerse cómplice de la historia y vivirla como propia delante de la pantalla. Yo, en mi caso, le doy un sobresaliente porque era muy complicado en este género que una manida comedia romántica me pudiera atrapar y me cautivara de tal forma. Y así ha sido.