Sí, más de lo mismo: acción, persecuciones espectaculares, diálogos graciosetes, chicas monas (unas para ser salvadas y otras para ser evitadas), artilugios ingeniosos, exotismo (en este caso le toca a Jamaica), algo de glamur, ¡ah! casi se me olvida y unos malos malosos.

Pues con todo esto, que es lo que esperan los fans de Bond tenemos otra entrega que destaco por cuatros cosas:
- Las persecuciones, especialmente la de la lancha, son espectaculares. Incluso para el 2024. Así que en el 73 ni te cuento...
- La música de McCartney con el "Live and let die" es estupenda y le va muy bien a cualquier película Bond. En mi opinión la mejor de la saga. Incluso por delante del tema de "Goldfinger" o "You only live twice".
- Un Roger Moore que encaja como Bond aunque el pobre sea rubio, en fin, nadie es perfecto... Tiene carisma tiene presencia y su flema ante las cámaras le va al personaje.
- Un hilo conductor razonablemente original: droga y vudú.

En su contra: el nulo papel de las féminas, totalmente reducidas a ser mujeres florero. Y la visión totalmente racista: el 99% de los malos son negros. Y los que no lo son tienen un papel ridículamente pequeño. Se les relaciona explícitamente con la delincuencia, la droga y la superstición. Ahora sería inaceptable. Da gusto ver que en algo sí hemos mejorado.

Aún así, está película es un placer culpable, sin duda.